La expresión niños índigo viene del color del aura de estos niños. A mediados de los años 70 Nancy Ann Tappe fue la autora del libro titulado Understanding Your Life Through Color, Entendiendo tu vida a través del color. En este libro aparecían los primeros datos acerca de lo que ella llamó "Niños Índigo".
¿Cómo ve ella los colores? ¿Cuán preciso es eso? Nancy ha sido diagnosticada con una situación en que dos de sus sistemas neurológicos se cruzan (clara definicion de dislexia, paranoia o esquizo) y eso hace que ella pueda ver literalmente el aura humana. Ella ve campos electromagnéticos, los colores y las frecuencias, pero tambien dicen hacer esto los videntes baratos y charlatanes que comercializan con la ignorancia del pueblo. Así pues, ojito.
¿Cómo ve ella los colores? ¿Cuán preciso es eso? Nancy ha sido diagnosticada con una situación en que dos de sus sistemas neurológicos se cruzan (clara definicion de dislexia, paranoia o esquizo) y eso hace que ella pueda ver literalmente el aura humana. Ella ve campos electromagnéticos, los colores y las frecuencias, pero tambien dicen hacer esto los videntes baratos y charlatanes que comercializan con la ignorancia del pueblo. Así pues, ojito.
De los niños índigo se dice que:
1.- Ellos vienen a este mundo con un sentimiento de realeza (y frecuentemente se comportan de ese modo).
Si analizamos este dato sensatamente nos daremos cuenta de que conlleva una peligrosa tendencia a la prepotencia y al complejo de superioridad. Por ello, de no ser moderado, exigirá más control sobre esta actitud.
2.- Ellos tienen la sensación de "merecer estar aquí" y se sorprenden cuando otros no comparten eso.
Bueno, afirmar esto es como la verdad de Alembruño, que a la mano cerrada le llamaba puño. ¿Quién no se siente merecedor de estar aquí? Y, ¿quién puede no compartir eso? Perdonadme si esta afirmación me parece boba e incomprensible.
3.- La autoestima no es para los niños índigo un gran tema de preocupación. Con frecuencia les dicen a sus padres "quiénes son ellos".
De nuevo volvemos a una tendencia hacia la prepotencia. Por ello, es bueno fomentar los valores de igualdad, los cuales arraigan en un índigo como la buena semilla en tierra fértil.
4.- Ellos tienen dificultad en aceptar una autoridad absoluta sin ninguna explicación y sin alternativa.
Cualquier autoridad impositiva es rechazada por quien tenga dos dedos de frente. Por ello, no se debe subestimar a una persona con motivo de su temprana edad. Cualquier ser humano, y no sólo un índigo, merece que se le haga partícipe de cualquier decisión para que sea compartida o, al menos, comprendida y asimilada mediante el razonamiento.
Cualquier autoridad impositiva es rechazada por quien tenga dos dedos de frente. Por ello, no se debe subestimar a una persona con motivo de su temprana edad. Cualquier ser humano, y no sólo un índigo, merece que se le haga partícipe de cualquier decisión para que sea compartida o, al menos, comprendida y asimilada mediante el razonamiento.
5.- Ellos simplemente no harán ciertas cosas; por ejemplo: esperar en una fila es muy difícil para ellos.
Esta afirmación me produce risa. Si ser índigo conlleva una peligrosa tendencia a la impaciencia habrá que subsanar este defecto con grandes dosis de serenidad y respeto por el prójimo.
6.- Se frustran con sistemas rituales que no requieren pensamiento creativo. Piensan que no son necesarios y ellos inventan sus modos.
Hay mucho conocimiento que resulta imposible de adquirir mediante el pensamiento creativo, como el los hechos de la historia, el contenido de las costumbres religiosas y la evolución de la humanidad. Por ello, hay que enseñar al niño índigo a manifestar respeto por algunos conocimientos de cultura general pese a que les resulten tediosos.
7.- Con frecuencia ellos encuentran mejores formas de hacer las cosas, tanto en casa como en la escuela, lo que los hace parecer rebeldes, inconformes con cualquier sistema.
Es muy importante este dato, ya que es una balanza que puede caer en dos direcciones opuestas. De un lado, lo más probable es que haya métodos mejores que el niño encuentre por sí mismo (dado que siempre hay adultos mediocres dejando grandes huecos donde una mente más despierta puede hayar mejores caminos o soluciones). Sin embargo, debemos vigilar que el niño índigo no caiga en la falta de humildad, en creérse que siempre lleva razón o que desarrolle conductas despectivas hacia los demás.
8.- Parecen antisociales a menos que se encuentren entre niños de su mismo tipo. Si no hay otros con un nivel de conciencia similar, a menudo se tornan introvertidos, sintiendo que ningún ser humano los entiende.
La escuela a menudo es muy difícil para ellos desde el punto de vista social. Lo cual expresa inadaptación pese a su grandeza. El diálogo y la buena conversación es un buen canal para dar respuesta a su imcomprensión en este sentido, así como la motivación a comprender que no todos somos iguales y el incentivo a saber apreciar lo enriquecedora que es la diferencia.
9.- Ellos le expresarán abiertamente a usted lo que necesitan. No responderán a la disciplina de culpa del tipo "espera a que tu padre llegue a casa y se entere de lo que has hecho", ni a la autoridad del tipo "los niños oyen, ven y callan" o "porque lo dice tu madre y a callar". Todavía menos a los bofetones o a las injusticias del tipo "como no sé quién tiene la culpa os castigo a los dos hermanitos".
El niño índigo debe desarrollarse en un entorno de diálogo. De lo contrario se convertirá en un rebelde sin causa, en la oveja negra, en esa compañía incómoda que nunca está conforme con nada, en ese adolescente irritante respondón e irreverente que no encuentra su sitio y aborrece el entorno, dice pertenercer a otro mundo y tiene ataques de ansiedad, necesidad de psicólogos, etc.
CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO ÍNDIGO:
• Tiene gran sensibilidad
• Tiene energía en exceso
• Se distrae fácilmente o tiene bajo poder de concentración.
• Necesita adultos emocionalmente estables y seguros a su alrededor
• Se resiste a la autoridad si ésta no está democráticamente orientada
• Prefiere otras formas de aprendizaje –para la lectura y las matemáticas en particular.
• Puede frustrarse fácilmente porque tiene grandes ideas pero pocos recursos o personas dispuestas a ayudarle a realizarlas.
• Aprende a un nivel exploratorio, y se resiste a memorizar mecánicamente o a ser un mero oyente.
• No dura mucho tiempo sentado a menos que esté absorto en un tema de su interés.
• Es muy compasivo y tiene muchos miedos, tales como a la muerte y a la pérdida de sus seres queridos.
• Si experimenta fracasos o decepción a edad muy temprana puede desistir y desarrollar un bloqueo permanente.
PROBLEMAS QUE EL NIÑO ÍNDIGO PUEDE PRESENTAR:
CÓMO SACAR EL MÁXIMO RENDIMIENTO DE UN NIÑO ÍNDIGO (aunque son recomendables las mismas reglas también para un niño NO índigo):
• Trátelo con respeto.
• Honre su existencia en la familia.
• Ayúdelo a crear sus propias soluciones disciplinarias.
• Siempre deles a elegir.
• Nunca los desprecie, ni los haga sentir pequeños.
• Explíquele siempre el por qué de las instrucciones que usted da.
• Escuche sus explicaciones.
• No use la estúpida frase de: "porque yo lo digo".
• Si usted usa semejantes expresiones reconsidere sus instrucciones y corríjalas. Ellos la/lo respetarán por ello y esperarán. Pero si usted les da órdenes autoritarias y dictatoriales, sin bondad ni razones sólidas, estos niños lo derrotarán. Simplemente no obedecerán o, lo que es peor, le darán una lista de razones que descalifican sus intenciones. La HONESTIDAD vencerá como nunca antes.
• Conviértalos en socios de su propia crianza.
• Desde la temprana infancia explíqueles todo lo que usted está haciendo. Tal vez ellos no entiendan pero percibirán su consciencia y su honra por ellos.
• Proporciónele seguridad cuando usted le brinde apoyo.
• Evite críticas destructivas.
• Siempre hágales saber que usted los apoyará en todo momento. Ellos crecerán de acuerdo a sus verbalizaciones y lo sorprenderán en el proceso. No los haga hacer simplemente, sino permita que ellos lo hagan con apoyo.
• No les diga quiénes son, ni quiénes serán en el futuro. Déjelos que ellos decidan lo que les interesa. No los fuerce a que entren en el oficio familiar o en algún tipo de negocio porque la familia lo haya estado haciendo durante generaciones. Estos niños no serán seguidores en absoluto.
CONSEJOS PARA LA RELACIÓN CON ÍNDIGOS:
• Los índigo son abiertos y honestos
• Esto no es una debilidad sino su mayor fortaleza. Si usted no es honesto y abierto con ellos, ellos seguirán siendo los mismos con ustedes: pero no le respetarán.
• El aburrimiento puede traer arrogancia en los índigos, así que no dejen que se aburran. Si actúan con arrogancia significa que necesitan un nuevo desafío y nuevos límites. Alimente sus cerebros y manténgalos ocupados de la mejor forma posible.
• Los padres, maestros y auxiliares tienen que ser capaces de establecer y mantener límites claros y, a la vez, lo suficientemente flexibles para cambiar y ajustar esos límites cuando sea necesario, tomando como referencia el crecimiento emocional-mental, pues los índigos crecen rápido. Ser firmes y simultáneamente justos es necesario para el bien de ellos y el nuestro.
• El mensaje dado y transmitido por los adultos debe ser más placentero que doloroso. Más basado en el AMOR que en el miedo.
• Mantenga al niño informado e involucrado en los asuntos.
• Evite malos entendidos mediante el uso de la palabra y las explicaciones.
• No pierda la paciencia con su niño.
• Evite dar órdenes (verbos en imperativo). En lugar de usar órdenes verbales utilice el
tacto para llamar su atención. Ellos son muy sensibles al contacto físico (toque en el
hombro, apretón de manos, abrazo, etc.)
• Mantenga su palabra.
• Negocie en cada situación.
• No esconda nada ni use lenguaje ofensivo.
• Permita que sus emociones le muestren AMOR y no odio.
• Argumente la situación generadora de la reprimenda después de ésta.
• Después de todo, siempre acérquese al niño y vea si hubo un aprendizaje y
crecimiento tras la reprimenda.
• Importante: recuerde que el castigo no funcionará con estos niños. El castigo es diferente de la reprimenda. El castigo está basado en la culpa, mientras que la reprimenda se basa en un crecimiento o mejoramiento.
PROBLEMAS COMUNES QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS COMO CONSECUENCIA DE SU SISTEMA EDCACIONAL:
En la educación y al elegir una escuela debemos tener en mente enseñar a los niños CÓMO pensar y no QUÉ pensar. Nuestro papel no es transmitir conocimiento sino transmitir sabiduría: la sabiduría es el conocimiento aplicado.
Cuando le damos a los niños sólo conocimiento les estamos diciendo qué pensar, lo que supuestamente deben conocer y lo que queremos que ellos crean como verdad.
Cuando les transmitimos sabiduría a los niños no les estarnos diciendo lo que deben pensar o lo que es verdad, sino cómo hacer para encontrar su propia verdad. Por supuesto, no podemos ignorar el conocimiento cuando enseñamos sabiduría, porque sin conocimiento no hay sabiduría. Una cierta cantidad de conocimiento debe pasar de una generación a la siguiente, pero debemos permitir que los niños la descubran por sí mismos.
El conocimiento con frecuencia se pierde, pero la sabiduría nunca se olvida.
Los viejos patrones de energía se basan en la creencia fundamental de que los niños son simples vasos vacíos que deben ser llenados de conocimiento por expertos: los profesores. Los profesores utilizan técnicas de avergonzar y comparar a los estudiantes, con la idea de que eso les dará motivación. En esta atmósfera cualquier niño que no encaja en el modelo es considerado un niño problemático.
El problema con este sistema es que los niños aprenden a suplir su necesidad de atención y reconocimiento de forma negativa.
ES JUSTO DAR OTRO PUNTO DE VISTA:
NIÑOS ÍNDIGO ¿REALIDAD O FICCIÓN?La influencia social de la Nueva Era no es un factor despreciable cuando se trata de envolver con su edulcorada mitología aspectos vitales de la sociedad. Recientemente ha surgido un concepto creado por parapsicólogos y aprovechado por escritores de best sellers, conocido como “niños índigo"; una especie de mesianismo esotérico que atribuye a estos niños la categoría de nueva raza superior “con un alto potencial intelectual y una nueva conciencia interna” destinada, ni más ni menos, que a salvar el mundo “rompiendo los antiguos esquemas sociales que atan a la humanidad para lograr mediante su transformación abolir la infelicidad en la Tierra”, o entrar a una era dorada...
Contra toda sensatez, esta idea está despertando entusiasmo en ciertos círculos de la psicopedagogía. Grupos cada vez mayores de educadores y psicólogos infantiles se han plegado a este tipo de ideas sin sentarse a analizar si se trata de un fenómeno científicamente comprobable, de una nueva creencia dentro del mundo de lo paranormal y espiritual o, si simplemente, es un negocio más basado en la necesidad de creer que somos especiales y en la explotación del orgullo de los padres para con sus hijos.
ORIGEN DE LA IDEA:
El termino “índigo” fue inventado en 1982 por Nancy Ann Tappe, una parapsicóloga que desarrolló un sistema para clasificar la personalidad de las personas según el color de su “aura”. Según ella, las auras han estado saliendo y entrando de la Tierra a través de la historia, pero las de color índigo comenzaron a aparecer en los años 1980 y su número aumenta rápidamente.
Pero no fue sino hasta 1999 cuando apareció un libro titulado “Los Niños Índigo”, cuyos autores, Lee Carroll y Jean Tober, popularizaron la idea de una Nueva Generación destinada a mejorar el mundo. Este libro se originó sobre la base de relatos de “extraños” comportamientos por parte de niños, reportados por maestros y psicólogos que asistieron a sus seminarios. Así, describieron presuntos atributos psicológicos poco usuales y patrones de comportamiento no documentados con anterioridad. El libro es simplemente una colección de ensayos y entrevistas a supuestos expertos en la materia, principalmente personas dedicadas la sanación espiritual, canalizadores (modernos mediums espiritistas), terapia de ángeles y terapias alternativas.
Según los autores, los patrones de conducta distintivos de los niños índigo son la que hemos descrito anteriormente. Sin embargo, es fácil darse cuenta de que todas estas características son demasiado ambiguas y comunes en niños pequeños como para definir un patrón especial y, muchas de ellas, como se verá más adelante, describen parcialmente el comportamiento de niños con Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (SDAH). Sin embargo, algunas conductas atribuidas a estos niños, que incluyen comportamiento antisocial, problemas de autoridad, egoísmo, etc., describirían fácilmente a un delincuente en potencia. Entre otras características atribuidas a los niños índigo se cuentan una inteligencia y creatividad superiores, sistemas inmunológicos “mejorados” e incluso atributos paranormales.
Todo esto señala perfectamente las peligrosas implicaciones del concepto de los niños índigo. La idea de predestinación, de vana superioridad, de libertad absoluta y falta de respeto por la sociedad, serían las consecuencias más dañinas si este enfoque llega a penetrar la spicología educativa actual. Si bien, el autoritarismo excesivo es contrario a una educación adecuada, el otro extremo es tanto o más peligroso, redundando en la alienación y frustración casi segura de grandes números de estos niños, adolescentes y adultos, al descubrir que en realidad son tan ordinarios como cualquiera de nosotros.
Sin duda, la afirmación más extraordinaria es que esta nueva “raza superior” está provista de un sistema inmunológico mucho mejor dotado, que impide que enfermen en lo absoluto. Si en efecto estos niños son una “nueva raza biológica” además de espiritual, tal sería una excelente prueba de su existencia y origen especial.
La única mención hallada de un caso particular (aunque sin referencia bibliográfica específica) es acerca de las presuntas pruebas realizadas en una fecha que no se especifica en la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) donde supuestamente se expusieron células de niños índigo (tampoco se especifica qué tipo de células: piel, sangre, etc) a virus del SIDA y células cancerígenas (no se especifica de qué tipo), “las cuales no afectaron en modo alguno las células de los infantes.”
Ante tan trascendental descubrimiento en la historia de la medicina mundial, buscamos en la página web de la referida Universidad, pero no se pudo encontrar referencia alguna relativa a este pretendido experimento, o siquiera alguna reseña sobre los niños índigo. Tampoco se encontró ninguna referencia a tan extraordinarios resultados consultando las páginas web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. (U.S. National Library of Medicine) y los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health) los cuales contienen referencias y resúmenes de investigaciones publicadas en 4.600 revistas biomédicas en el ámbito mundial. Un descubrimiento de esta importancia no hubiera pasado desapercibido para la comunidad médica mundial y sin duda los investigadores serían merecedores del Premio Nóbel, por lo que se puede deducir sin mayores dudas que se trata de una afirmación falsa.
Dentro de las características psicológicas se atribuye a los niños índigo un desarrollo mental acelerado que les permite adquirir habilidades motrices antes de la edad respectiva y ,por lo mismo, su inteligencia es muy superior a la promedio. Adicionalmente se les atribuyen facultades extrasensoriales como clarividencia, telepatía, etc. Cualquier escepticismo sobre estas afirmaciones se despejaría si se realizaran pruebas estadísticas comparando tests de inteligencia entre niños índigo y comunes, partiendo del supuesto de que tengan similar alimentación, cuidado paterno y educación. Habría que realizar ensayos doble ciego* en los que se encomendaría a uno o varios “iluminados que puedan ver las auras” o con Abraham Toyber y su biosensor para que se elija, según su criterio, un número suficiente de niños índigo.
* Un ensayo doble ciego tiene como premisa, independientemente del diseño experimental, que ni el investigador, ni el sujeto investigado conozcan aspectos del experimento que puedan alterar los resultados.
De igual manera se seleccionaría un grupo similar de niños “no índigo”. A estos dos grupos se les aplicarían tests de inteligencia y se analizarían los resultados. En ninguna fuente de información sobre niños índigo se menciona la realización de este tipo de sencillas pruebas; únicamente se hacen simples afirmaciones sustentadas en la nada. Con relación a las aptitudes parasicológicas, numerosos estudios científicos controlados acerca de telepatía, telequinesis, etc. han demostrado repetidamente que no se trata de fenómenos reales sino de creencias o, en la mayoría de los casos, simples fraudes.
CONSECUENCIAS PARA LA EDUCACIÓN:
Para entender la actual popularidad de esta idea es necesario analizar por qué se asegura que los niños que sufren de SDAH son en realidad “niños índigo”. La natural resistencia de los padres a reconocer que sus hijos puedan tener problemas neurológicos explica que algunos prefieran creer en explicaciones alternativas, sin ningún tipo de evidencia científica que las apoye pero que les ofrezcan las respuestas que desean escuchar: que sus hijos no tienen problemas sino que son seres especiales, procedentes de otros planos espirituales, incomprendidos por la medicina moderna.
Además, en Estados Unidos existe actualmente una corriente de opinión contra el uso del Ritalín (medicamento utilizado desde 1950 en casos graves de hiperactividad) acicateada por promotores de terapias alternativas y defensores de la Nueva Era, quienes sostienen que los tratamientos naturales son más efectivos que las drogas creadas y probadas científicamente.
Parece que esta histeria que rodea el uso del Ritalín se ha incrementado por la cobertura sensacionalista de algunos medios de comunicación, lo cual ha hecho posible que un libro tan intrascendente como Los Niños Índigo sea tomado en serio. Simplemente escribieron lo que muchos padres y maestros querían oír y creer, lo adornaron con auras azules y genios salvadores del mundo y lo publicaron en el momento correcto.
Hay peligros reales al tratar niños que sufren SDAH con ideas solamente metafísicas y no con medicina moderna. Los infantes con este síndrome, si no son atendidos adecuadamente, con frecuencia experimentan disminuciones en su coeficiente intelectual y rendimiento académico, dando como resultado, en una alta probabilidad, el uso de drogas cuando llegan a adolescentes y adultos.
Enseñarle a los niños que son capaces puede ser positivo para su autoestima, siempre y cuando no se les inculque que son superiores a nadie. Sin embargo, muchos niños desarrollan problemas por causa de las expectativas irreales de sus padres, que los presionan y los frustran. El caso de los niños índigo sería lapidario.
Tampoco hay que olvidar todas las implicaciones económicas de esta y otras creencias de la Nueva Era, que incluye seminarios, talleres de autoayuda, libros, revistas y páginas web que promocionan la idea para captar a padres y educadores. Incluso existen escuelas con programas de educación especial para niños índigo (bastante costosas por cierto), basadas en esta creencia.
Para colmo, en Venezuela, en mayo de 2003, la Universidad de Los Andes –a través de su Facultad de Humanidades y Educación– avaló un taller al respecto dictado por gurús de la Nueva Era, dándole “respetabilidad” al tema pero restándosela a la Universidad. Si esta es la tendencia de los educadores modernos estamos en graves problemas.
CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO ÍNDIGO:
• Tiene gran sensibilidad
• Tiene energía en exceso
• Se distrae fácilmente o tiene bajo poder de concentración.
• Necesita adultos emocionalmente estables y seguros a su alrededor
• Se resiste a la autoridad si ésta no está democráticamente orientada
• Prefiere otras formas de aprendizaje –para la lectura y las matemáticas en particular.
• Puede frustrarse fácilmente porque tiene grandes ideas pero pocos recursos o personas dispuestas a ayudarle a realizarlas.
• Aprende a un nivel exploratorio, y se resiste a memorizar mecánicamente o a ser un mero oyente.
• No dura mucho tiempo sentado a menos que esté absorto en un tema de su interés.
• Es muy compasivo y tiene muchos miedos, tales como a la muerte y a la pérdida de sus seres queridos.
• Si experimenta fracasos o decepción a edad muy temprana puede desistir y desarrollar un bloqueo permanente.
PROBLEMAS QUE EL NIÑO ÍNDIGO PUEDE PRESENTAR:
- Exigen mucha atención y sienten que la vida es demasiado valiosa para dejarla pasar. Quieren que las cosas sucedan y con frecuencia fuerzan o presionan las situaciones a fin de obtener lo deseado.
- Pueden llegar a irritarse emocionalmente por quienes no entienden el fenómeno índigo. Ellos no pueden entender por qué las personas operan en modalidades no basadas en el AMOR. Aún así, son extremadamente resistentes y hábiles para ayudar a niños necesitados pese a que su ayuda, a menudo, sea rechazada.
- Pueden tener problemas de adaptación con otros niños.
- Los niños índigo a menudo son diagnosticados con desórdenes de atención (ADD – Attention Deficit Disorder) o alguna forma de hiperactividad.
- Problemas de bloqueo emocional, ansiedad y depresión en la adolescencia.
CÓMO SACAR EL MÁXIMO RENDIMIENTO DE UN NIÑO ÍNDIGO (aunque son recomendables las mismas reglas también para un niño NO índigo):
• Trátelo con respeto.
• Honre su existencia en la familia.
• Ayúdelo a crear sus propias soluciones disciplinarias.
• Siempre deles a elegir.
• Nunca los desprecie, ni los haga sentir pequeños.
• Explíquele siempre el por qué de las instrucciones que usted da.
• Escuche sus explicaciones.
• No use la estúpida frase de: "porque yo lo digo".
• Si usted usa semejantes expresiones reconsidere sus instrucciones y corríjalas. Ellos la/lo respetarán por ello y esperarán. Pero si usted les da órdenes autoritarias y dictatoriales, sin bondad ni razones sólidas, estos niños lo derrotarán. Simplemente no obedecerán o, lo que es peor, le darán una lista de razones que descalifican sus intenciones. La HONESTIDAD vencerá como nunca antes.
• Conviértalos en socios de su propia crianza.
• Desde la temprana infancia explíqueles todo lo que usted está haciendo. Tal vez ellos no entiendan pero percibirán su consciencia y su honra por ellos.
• Proporciónele seguridad cuando usted le brinde apoyo.
• Evite críticas destructivas.
• Siempre hágales saber que usted los apoyará en todo momento. Ellos crecerán de acuerdo a sus verbalizaciones y lo sorprenderán en el proceso. No los haga hacer simplemente, sino permita que ellos lo hagan con apoyo.
• No les diga quiénes son, ni quiénes serán en el futuro. Déjelos que ellos decidan lo que les interesa. No los fuerce a que entren en el oficio familiar o en algún tipo de negocio porque la familia lo haya estado haciendo durante generaciones. Estos niños no serán seguidores en absoluto.
CONSEJOS PARA LA RELACIÓN CON ÍNDIGOS:
• Los índigo son abiertos y honestos
• Esto no es una debilidad sino su mayor fortaleza. Si usted no es honesto y abierto con ellos, ellos seguirán siendo los mismos con ustedes: pero no le respetarán.
• El aburrimiento puede traer arrogancia en los índigos, así que no dejen que se aburran. Si actúan con arrogancia significa que necesitan un nuevo desafío y nuevos límites. Alimente sus cerebros y manténgalos ocupados de la mejor forma posible.
• Los padres, maestros y auxiliares tienen que ser capaces de establecer y mantener límites claros y, a la vez, lo suficientemente flexibles para cambiar y ajustar esos límites cuando sea necesario, tomando como referencia el crecimiento emocional-mental, pues los índigos crecen rápido. Ser firmes y simultáneamente justos es necesario para el bien de ellos y el nuestro.
• El mensaje dado y transmitido por los adultos debe ser más placentero que doloroso. Más basado en el AMOR que en el miedo.
• Mantenga al niño informado e involucrado en los asuntos.
• Evite malos entendidos mediante el uso de la palabra y las explicaciones.
• No pierda la paciencia con su niño.
• Evite dar órdenes (verbos en imperativo). En lugar de usar órdenes verbales utilice el
tacto para llamar su atención. Ellos son muy sensibles al contacto físico (toque en el
hombro, apretón de manos, abrazo, etc.)
• Mantenga su palabra.
• Negocie en cada situación.
• No esconda nada ni use lenguaje ofensivo.
• Permita que sus emociones le muestren AMOR y no odio.
• Argumente la situación generadora de la reprimenda después de ésta.
• Después de todo, siempre acérquese al niño y vea si hubo un aprendizaje y
crecimiento tras la reprimenda.
• Importante: recuerde que el castigo no funcionará con estos niños. El castigo es diferente de la reprimenda. El castigo está basado en la culpa, mientras que la reprimenda se basa en un crecimiento o mejoramiento.
PROBLEMAS COMUNES QUE SE PRODUCEN EN LAS ESCUELAS COMO CONSECUENCIA DE SU SISTEMA EDCACIONAL:
En la educación y al elegir una escuela debemos tener en mente enseñar a los niños CÓMO pensar y no QUÉ pensar. Nuestro papel no es transmitir conocimiento sino transmitir sabiduría: la sabiduría es el conocimiento aplicado.
Cuando le damos a los niños sólo conocimiento les estamos diciendo qué pensar, lo que supuestamente deben conocer y lo que queremos que ellos crean como verdad.
Cuando les transmitimos sabiduría a los niños no les estarnos diciendo lo que deben pensar o lo que es verdad, sino cómo hacer para encontrar su propia verdad. Por supuesto, no podemos ignorar el conocimiento cuando enseñamos sabiduría, porque sin conocimiento no hay sabiduría. Una cierta cantidad de conocimiento debe pasar de una generación a la siguiente, pero debemos permitir que los niños la descubran por sí mismos.
El conocimiento con frecuencia se pierde, pero la sabiduría nunca se olvida.
Los viejos patrones de energía se basan en la creencia fundamental de que los niños son simples vasos vacíos que deben ser llenados de conocimiento por expertos: los profesores. Los profesores utilizan técnicas de avergonzar y comparar a los estudiantes, con la idea de que eso les dará motivación. En esta atmósfera cualquier niño que no encaja en el modelo es considerado un niño problemático.
El problema con este sistema es que los niños aprenden a suplir su necesidad de atención y reconocimiento de forma negativa.
ES JUSTO DAR OTRO PUNTO DE VISTA:
NIÑOS ÍNDIGO ¿REALIDAD O FICCIÓN?
Contra toda sensatez, esta idea está despertando entusiasmo en ciertos círculos de la psicopedagogía. Grupos cada vez mayores de educadores y psicólogos infantiles se han plegado a este tipo de ideas sin sentarse a analizar si se trata de un fenómeno científicamente comprobable, de una nueva creencia dentro del mundo de lo paranormal y espiritual o, si simplemente, es un negocio más basado en la necesidad de creer que somos especiales y en la explotación del orgullo de los padres para con sus hijos.
ORIGEN DE LA IDEA:
El termino “índigo” fue inventado en 1982 por Nancy Ann Tappe, una parapsicóloga que desarrolló un sistema para clasificar la personalidad de las personas según el color de su “aura”. Según ella, las auras han estado saliendo y entrando de la Tierra a través de la historia, pero las de color índigo comenzaron a aparecer en los años 1980 y su número aumenta rápidamente.
Pero no fue sino hasta 1999 cuando apareció un libro titulado “Los Niños Índigo”, cuyos autores, Lee Carroll y Jean Tober, popularizaron la idea de una Nueva Generación destinada a mejorar el mundo. Este libro se originó sobre la base de relatos de “extraños” comportamientos por parte de niños, reportados por maestros y psicólogos que asistieron a sus seminarios. Así, describieron presuntos atributos psicológicos poco usuales y patrones de comportamiento no documentados con anterioridad. El libro es simplemente una colección de ensayos y entrevistas a supuestos expertos en la materia, principalmente personas dedicadas la sanación espiritual, canalizadores (modernos mediums espiritistas), terapia de ángeles y terapias alternativas.
Según los autores, los patrones de conducta distintivos de los niños índigo son la que hemos descrito anteriormente. Sin embargo, es fácil darse cuenta de que todas estas características son demasiado ambiguas y comunes en niños pequeños como para definir un patrón especial y, muchas de ellas, como se verá más adelante, describen parcialmente el comportamiento de niños con Síndrome de Déficit de Atención e Hiperactividad (SDAH). Sin embargo, algunas conductas atribuidas a estos niños, que incluyen comportamiento antisocial, problemas de autoridad, egoísmo, etc., describirían fácilmente a un delincuente en potencia. Entre otras características atribuidas a los niños índigo se cuentan una inteligencia y creatividad superiores, sistemas inmunológicos “mejorados” e incluso atributos paranormales.
Todo esto señala perfectamente las peligrosas implicaciones del concepto de los niños índigo. La idea de predestinación, de vana superioridad, de libertad absoluta y falta de respeto por la sociedad, serían las consecuencias más dañinas si este enfoque llega a penetrar la spicología educativa actual. Si bien, el autoritarismo excesivo es contrario a una educación adecuada, el otro extremo es tanto o más peligroso, redundando en la alienación y frustración casi segura de grandes números de estos niños, adolescentes y adultos, al descubrir que en realidad son tan ordinarios como cualquiera de nosotros.
Sin duda, la afirmación más extraordinaria es que esta nueva “raza superior” está provista de un sistema inmunológico mucho mejor dotado, que impide que enfermen en lo absoluto. Si en efecto estos niños son una “nueva raza biológica” además de espiritual, tal sería una excelente prueba de su existencia y origen especial.
La única mención hallada de un caso particular (aunque sin referencia bibliográfica específica) es acerca de las presuntas pruebas realizadas en una fecha que no se especifica en la Universidad de California-Los Ángeles (UCLA) donde supuestamente se expusieron células de niños índigo (tampoco se especifica qué tipo de células: piel, sangre, etc) a virus del SIDA y células cancerígenas (no se especifica de qué tipo), “las cuales no afectaron en modo alguno las células de los infantes.”
Ante tan trascendental descubrimiento en la historia de la medicina mundial, buscamos en la página web de la referida Universidad, pero no se pudo encontrar referencia alguna relativa a este pretendido experimento, o siquiera alguna reseña sobre los niños índigo. Tampoco se encontró ninguna referencia a tan extraordinarios resultados consultando las páginas web de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU. (U.S. National Library of Medicine) y los Institutos Nacionales de Salud (National Institutes of Health) los cuales contienen referencias y resúmenes de investigaciones publicadas en 4.600 revistas biomédicas en el ámbito mundial. Un descubrimiento de esta importancia no hubiera pasado desapercibido para la comunidad médica mundial y sin duda los investigadores serían merecedores del Premio Nóbel, por lo que se puede deducir sin mayores dudas que se trata de una afirmación falsa.
Dentro de las características psicológicas se atribuye a los niños índigo un desarrollo mental acelerado que les permite adquirir habilidades motrices antes de la edad respectiva y ,por lo mismo, su inteligencia es muy superior a la promedio. Adicionalmente se les atribuyen facultades extrasensoriales como clarividencia, telepatía, etc. Cualquier escepticismo sobre estas afirmaciones se despejaría si se realizaran pruebas estadísticas comparando tests de inteligencia entre niños índigo y comunes, partiendo del supuesto de que tengan similar alimentación, cuidado paterno y educación. Habría que realizar ensayos doble ciego* en los que se encomendaría a uno o varios “iluminados que puedan ver las auras” o con Abraham Toyber y su biosensor para que se elija, según su criterio, un número suficiente de niños índigo.
* Un ensayo doble ciego tiene como premisa, independientemente del diseño experimental, que ni el investigador, ni el sujeto investigado conozcan aspectos del experimento que puedan alterar los resultados.
De igual manera se seleccionaría un grupo similar de niños “no índigo”. A estos dos grupos se les aplicarían tests de inteligencia y se analizarían los resultados. En ninguna fuente de información sobre niños índigo se menciona la realización de este tipo de sencillas pruebas; únicamente se hacen simples afirmaciones sustentadas en la nada. Con relación a las aptitudes parasicológicas, numerosos estudios científicos controlados acerca de telepatía, telequinesis, etc. han demostrado repetidamente que no se trata de fenómenos reales sino de creencias o, en la mayoría de los casos, simples fraudes.
CONSECUENCIAS PARA LA EDUCACIÓN:
Para entender la actual popularidad de esta idea es necesario analizar por qué se asegura que los niños que sufren de SDAH son en realidad “niños índigo”. La natural resistencia de los padres a reconocer que sus hijos puedan tener problemas neurológicos explica que algunos prefieran creer en explicaciones alternativas, sin ningún tipo de evidencia científica que las apoye pero que les ofrezcan las respuestas que desean escuchar: que sus hijos no tienen problemas sino que son seres especiales, procedentes de otros planos espirituales, incomprendidos por la medicina moderna.
Además, en Estados Unidos existe actualmente una corriente de opinión contra el uso del Ritalín (medicamento utilizado desde 1950 en casos graves de hiperactividad) acicateada por promotores de terapias alternativas y defensores de la Nueva Era, quienes sostienen que los tratamientos naturales son más efectivos que las drogas creadas y probadas científicamente.
Parece que esta histeria que rodea el uso del Ritalín se ha incrementado por la cobertura sensacionalista de algunos medios de comunicación, lo cual ha hecho posible que un libro tan intrascendente como Los Niños Índigo sea tomado en serio. Simplemente escribieron lo que muchos padres y maestros querían oír y creer, lo adornaron con auras azules y genios salvadores del mundo y lo publicaron en el momento correcto.
Hay peligros reales al tratar niños que sufren SDAH con ideas solamente metafísicas y no con medicina moderna. Los infantes con este síndrome, si no son atendidos adecuadamente, con frecuencia experimentan disminuciones en su coeficiente intelectual y rendimiento académico, dando como resultado, en una alta probabilidad, el uso de drogas cuando llegan a adolescentes y adultos.
Enseñarle a los niños que son capaces puede ser positivo para su autoestima, siempre y cuando no se les inculque que son superiores a nadie. Sin embargo, muchos niños desarrollan problemas por causa de las expectativas irreales de sus padres, que los presionan y los frustran. El caso de los niños índigo sería lapidario.
Tampoco hay que olvidar todas las implicaciones económicas de esta y otras creencias de la Nueva Era, que incluye seminarios, talleres de autoayuda, libros, revistas y páginas web que promocionan la idea para captar a padres y educadores. Incluso existen escuelas con programas de educación especial para niños índigo (bastante costosas por cierto), basadas en esta creencia.
Para colmo, en Venezuela, en mayo de 2003, la Universidad de Los Andes –a través de su Facultad de Humanidades y Educación– avaló un taller al respecto dictado por gurús de la Nueva Era, dándole “respetabilidad” al tema pero restándosela a la Universidad. Si esta es la tendencia de los educadores modernos estamos en graves problemas.
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